2018
El año se inicia marcado por dos situaciones excepcionalmente graves y tensionantes para ambos-
Mi madre se cayó en casa el 31/10/17. Hospitalizada unas horas quedó con muchas dificultades para moverse por lo que debido a su situación y a que no podía ni mucho menos subir escaleras ni prácticamente moverse, opté por ingresarla en una carísima residencia próxima a mi domicilio, Sanitas.
Yo además veía como se había debilitado enormemente en su salud en las últimas semanas, pero no llegué a saber hasta que fue demasiado tarde que sufría una hepatitis,una diverticulitis y una grave infección de orina, aspectos que ella no quiso comentarme porque como me dijo ese mismo 31/10/17, quería que sobre todo estuviese pendiente de Susana,,que ese día iba a recibir el resultado de la RM en la que nos informaron de un leve pero real empeoramiento de su estado.
Lo que nunca llegué a imaginar es que esa decisión aparentemente lógica estuvo a punto de causarle la muerte. En la residencia tenía pautado tomar un medicamento diminuto para la arritmia llamado Digoxina, pero sólo medio comprimido. Yo le daba un comprimido día si dia no, pero la residencia para ahorrarse el trabajo de cortar el medicamento le daba la dosis completa, es decir, el doble de lo pautado. Por ello el 17 de noviembre sufrió una grave intoxicación digitálica que la llevó a la UCI. Aquí su estado fue superado con muchas dificultades por lo que opté por una segunda residencia para que se recuperase, la residencia DomusVI ésta sí impecable en la profesionalidad y atenciones recibidas.
A mediados de enero sin embargo, como consecuencia de sus problemas de corazón, y renales por la enorme cantidad d e medicación tomada en los años anteriores fue necesario hospitalizarla en Sant Pau, donde falleció el 12/2/18
Nunca agradeceré bastante el apoyo de Susana en esos momentos, los días previos a su fallecimiento, donde me acompañó en el hospital , y pese a que su salud le imponía descanso, no quiso tomárselo para estar a mi lado en tales momentos que contrastó dolorosamente con la de su familia
A mi juicio, la causa de fondo de la muerte de mi madre, fue que yo sencillamente no pude dar abasto a estar pendiente de ambas. La familia de Susana (desde abril 16) se mantenía con ambos hijos absolutamente indiferentes a las necesidades de su madre lo que me dejaba a mi una presión emocional y económica inasumible
En septiembre 17 surgió otro problema excepcionalmemte grave.
Al parecer los caseros de su vivienda se la habían alquilado en condiciones relativamente buenas de precio pero con la perspectiva, comunicada por sus hijos -como yo averigué- que Susana moriría relativamente pronto.
Al no hacerlo dos años y medio después de llegar a ese piso, el coste de esas condiciones empezó a ser inasumible par a los caseros que se plantearon rescindir el contrato. Yo hablé con uno de ellos y ofrecí asumir el coste de los servicios. Asombrosamente, Susana, animado por su hijo que veía en el hecho de que su madre se quedase en la calle una manera excelente de acelerar su muerte la animó a rechazar cualquier cambio en las condiciones del alquiler, lo que precipitó una demanda por desahucio, algo que si hubiese sido por mi no se habría producido pero desgraciadamente la familia tenía otros planes
Después de la muerte de mi madre lo que personas del entorno de Susana me plantearon (cierto "falso amigo") fue, que yo entregase esa vivienda al hijo para que Susana pudiese vivir en ella y yo aceptase ser echado a patadas de la misma cuando Susana muriese. Ese era el premio que me tenían preparado para agradecerme lo que había hecho con su madre. Naturalmente me negué a ello, pero Susana se trasladó a mi casa en junio 18.
La mudanza fue muy tempestuosa, con la presencia, para mi prescindible e infumable del hijo y la nuera de Susana, que relamiéndose por el patrimonio inmobiliario del que iban a apoderarse sin coste, empezaron tirando a la basura muchos objetos personales de mi madre y mios y finalmente incluso haciendo desaparecer parte de sus joyas por valor de miles de euros.
El coste de todo ello fue para mi de tal envergadura que no me permitió acceder al último deseo de Susana al respecto que era sustituir la bañera por ducha. Lo quiso hacer el hijo en octubre 18, haciendo una instalación que generó varias inundaciones sucesivas con un elevado coste de reparación de miles de euros
Durante el año además hubo dos golpes especialmente dolorosos para Susana. La muerte de Rafael Ponce , la única figura paterna que Susana había conocido en febrero y en noviembre la de su yerno, apodado por la familia "Macas" y su hijo, ambos presumiblemente envenenados con cianuro
La enfermedad por su parte parecía estancada, con levísimos movimientos del tumor. En enero por ejemplo un "aumento de la hipercaptación de la duramadre" (idéntico al de junio 19) hizo temer que tuviera como consecuencia un aumento del tumor. No fue así pero la revisión de septiembre de 18 mostró que aparentemente el efecto que había tenido la interrupción del tratamiento a finales de 2017 y su renovación , causó primero un brusco descenso del tumor prácticamente su desaparición en abril para que en julio volviese a reaparecer, pero en forma de pequeños microtumores esparcidos por la misma área, los liposomas del lóbulo frontal derecho, lo que oblig´´o a una segunda operación en octubre
En diciembre 18 tuvo lugar el incidente con diferencia más grave que habíamos sufrido.
La hija, verdadero monstruo malvado, le comunicó su decisión de ir a pasar las navidades con ella.
Susana se emocionó hasta las lágrimas por ello ya que como me dijo " es la primera muestra de afecto que me tiene desde que tenía ocho años". Sus lágrimas de emoción las recogí en la imagen de portada de esta web y del libro
Una vez aqui, como cuento en este post después de sacarle todo el dinero que pudo, acabo haciendo realidad su verdadero propósito de ese viaje horrible. Aprovechó que yo no estaba presente para pedirle abiertamente que abandonase todos los tratamientos y se dejase morir de una vez. Insistió que este mensaje lo transmitía en nombre de ambos hermanos, recalcando que su madre "ya no les hacía falta" y que si por ellos fuese "ya se podía morir de una vez", así, le dijo tú descansarás y nosotros también. Algo asombroso teniendo en cuenta la absoluta y total despreocupación de esos hijos malvados por su madre.
Tal como contó a varias amigas suyas, Susana entendió claramente que su hija quería verla muerta cuanto antes. Incluso le preguntó abiertamente "Me estás pidiendo que me suicide'" a lo que ésta no tuvo agallas para reconocer que era así pero dejó fue tan cobarde como para negarlo
Inmediatamente le reconoció que no pensaba quedarse en navidad con su madre. Le daba completamente igual. Lo único que quería era transmitirle cara a cara le envergadura de su odio.
La semana siguiente Susana se la pasó en cama. Ya no volvió a ser la misma. No paraba de repetir "Porqué me odia tanto mi hija?" "Que le hecho yo para que me tenga tanto odio?", e incluso verbalizó la posibilidad de suicidarse
Jamás por años que viva voy a perdonar a ese ser maligno el daño que hizo. Y jamás entenderé como es posible que los servicios sociales entiendan que una persona queempujó a su madre a la muerte puede tener derecho a tener la custodia de sus hijos. No entiendo porque lógica confusa colombiana una mala hija puede ser una buena madre
Ojalá sus hijs la traten tan mal como ella trató a la suya. Es lo que se merece
3/12/18 Feliz porque su hija le muestra afecto
15/12/18 Festival de despilfarro económico por toda la ciudad, pagando la abuela (Restaurante Salamanca)
17/12/18 Susana ya sabe que su hija quiere verla muerta. Ya no sonríe. Está devastada por ese odio incompresible y cerrl de su hija trastornada