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Conclusión

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Mi conclusión resumida sobre las causas de la muerte de Susana son:

1) No existe prueba alguna de que muriese con un tumor cerebral activado ya que ningún documento médico en mi poder lo muestra

2) No es imposible, lógicamente suponer que el tumor cerebral se activase durante el mes de agosto 19, y no es imposible aunque improbable  que lo hiciese en el área señalada en la RM de junio en la que apareció "un incremento de la hipercaptación de la duramadre", NO el tumor reaparecido. No olvido que la oncóloga me aseguró taxativamente que si reaparecía el tumor lo haría en la misma área operada, los liposomas del lóbulo frontal derecho. Tampoco es imposible aunque improbable que se hubiese producido  la fase final de la enfermedad, ya que de cuyo detalle me informó la oncóloga (abril 19)  indicándome que presumiblemente se  prolongaría durante unas ocho semanas en las que iría desmoronándose progresivamente y no como ocurrió en Colombia en la que la caída de su estado de salud se prolongó durante una semana desde el momento en el que sufrio un accidente isquémico transitorio (16/8/19) ----nunca tratado médicamente- hasta su precipitado final

3) En cualquier caso, sea con tumor o sin tumor considero que la responsabilidad  de los hijos en su muerte es clara, por estos motivos:

a) Haberle obligado a hacer entre junio y agosto dos viajes expresamente desaconsejados por el hospital y por mi a Colomba, con un  esfuerzo físico considerable, con un total de 40.000 km recorridos

b) Haberle prohibido hacer  sus sesiones  de quimioterapia en mayo 19 , imprescindibles para su enfermedad para hacer esos viajes absurdos y prohibirle un tratamiento experimental en el Hospital Duran Reynals (julio19)


c) Retirarle sin justificación la medicación pautada en el Clínic corticoesteroides desinflamatorios, lo que habría agravado su enfermedad y

d) Como consecuencia directa del  stress del último viaje forzado a Colombia, -viaje prohibido por  la oncóloga en tres ocasiones- ;

 

 por la implantación forzada de una via venosa (que no podía ya tolerar por el estado de sus venas) y pudo causar una trombosis;

 

 y por el accidente isquémico transitorio del 16/8/19 que no fue tratado médicamente en ningún momento; 

 

y por la retirada no sólo de cualquier medicación ("para que no se ahogase") sino de hidratación y medicación, tras un esperpéntico diagnóstico médico de "resfriado común" el  23/8/19

Susana inició un deterioro acelerado de su salud que le causó en diez días su muerte, en unas circunstancias que estoy convencido en Barcelona, con un trato médico REAL no se habría causado.

Siendo por todo ello por lo que he denunciado  estos hechos ante la justicia y están aquí detallados:
/

El 29/8/19 mi esposa, Susana Peña Fandiño, moría, a mi juicio víctima de

malos tratos causados por sus hijos, los delincuentes Maria Carolina Durán

y su hermano, Juan Pablo Durán.

 

A mi no se me permitió ni siquiera acercarme para estar con mi esposa en

sus últimas horas de vida después

de su secuestro en Barcelona el 14/8/19 con amenazas explícitas de

asesinarme a tiros en medio de la calle

por "guardias armados con órdenes -de Maria Carolina Durán- pararme

como fuese" para impedirlo, como

me informó telefónicamente la maligna hermana  de Susana, Luz Angela

Peña (alias conocidos Luz Angela

Zeff y Lufis Herz). Ese fue el agradecimiento perverso que recibí de esa familia  ruín por haber mantenido

viva emocional y económicamente a Susana durante los cuatro años y medio de su enfermedad debido a

que su familia había decidido desentenderse de ella por lo mucho que la odiaban

 

Quiero dejar clara una vez más mi convicción absoluta que Susana murió por culpa de sus hijos malvados, y

ésto sería fácilmente demostrable con la documentación médica que dispongo y que el ruin hijo exigió al

Hospital Clínic que NO se me entregase a ningun precio

 

Así, en el informe número 10000000043193640 (agosto 19) se especifica que el estado de Susana se

mantenía sin cambios respecto al resultado de la última observación radiológica (junio 19, seis senanas

atrás), momento en el que se la consideró susceptible de tratamiento oncoespecífico y se la consideró explícitamente asintomática, lo que favoreció que se le ofreciera un tratamiento experimental  a finales de  julio del ICC en el Hospital Durán Reynals , en el que  se le habria administrado PDR001 y BLZ945, medicamentos de la empresa Novartis, tratamiento que Susana NO pudo hacer al haberle sido prohibida su participación en el mismo por sus hijos, Maria Carolina Durán y Juan Pablo Durán. (19/7/19). La única razón por la que dejó de ser en ese momento (agosto) susceptible de más tratamiento oncoespecífico, fue, estoy convencido,  por la presión de los hijos que querían impedir a toda costa tratamientos y la supervivencia de su propia madre.  

 

No parece muy coherente que en el informe de 8/8/19 firmado por el dr Reinaldo Moreno  destacase "la fragilidad de la paciente" cuestionando la oportunidad de su movilidad,  y pocos días después el mismo dr, según me indicó la propia Susana, "convencido"  (¿sobornado?) por su hijo aceptó (informe 13/8/19) una alta unilateral en contra absolutamente de mi criterio y del criterio expresado por la superior del dr Moreno, la dra Pineda, que en tres ocasiones, delante mío y de su hijo negó categóricamente su autorización para esa alta unilateral para ser llevada a Colombia, ya que temió (cita textual) le pidiesen responsabilidades por ella. Tan poco respeto tiene el Clínic por la responsable de oncología que cualquier advenedizo colombiano puede torearla sin problemas?

 

Susana, debido tanto a su problemática neurológica (iniciada en octubre 18) como a su infección de orina agravada en ese momento, cuando se le preguntó delante de mí,  ni siquiera fue capaz de identificar correctamente a su hijo por su nombre, llamándole "Marcelo" (como indica el informe 10000000043195013) , siendo por tanto muy cuestionable poco serio y poco profesional,  que en este informe final el dr Moreno diese por válida una opinión más o menos implícitamente favorable de Susana a este viaje, y obviase mi opinión negativa  y la de la oncóloga al respecto por considerar ambas irrelevantes.

 

Lo único distinto en las seis semanas transcurridas entre la observación radiológica de finales de junio 19 y los informes de primeros de agosto 19 fue la insistencia de "la familia" (entendiendo como tal Maria Carolina Durán y su hermano y excluyéndome a mi de cualquier opinión) para que el hospital suspendiese todo tratamiento oncológico a Susana. Este hecho confirmaría una voluntad reiterada de la hija en contra de la supervivencia de su propia madre, ya que en diciembre 14 pidió al hospital que NO la operase; en diciembre 18 viajó expresamente a España para pedirle que abandonase sus tratamientos y se dejase morir; y en febrero 19  pidió abiertamente a Susana que solicitase a la oncóloga que le practicasen la eutanasia -conversación  telefónica de la que fui testigo horrorizado-

 

 Esa insistencia familiar en lograr la muerte de Susana es la que explica la afirmación del informe 10000000043193640 que dado que  "la familia intuye mal pronóstico" (asombroso teniendo en cuenta que se habían desentendido de su enfermedad y de cualquier pronóstico durante años)  se sugería dejar a Susana sin tratamiento adicional oncológico, dejándole sólo el tratamiento explícito para su sintomatología neurológica e infección urinaria. ¿Fue por tanto la presión de los hijos al hospital lo que favoreció el final del tratamiento oncológico?

 

 El hospital asumió de manera harto discutible que Susana renunciaba implícitamente  a sus tratamientos como lo demostraba que entre mayo y junio había renunciado a dos de ellos, (por voluntad de los hijos)  y en julio había aceptado la prohibición explícita de sus hijos del  tratamiento en el Duran Reinals. Todo ello se hizo pasando por encima del criterio de Susana y por supuesto del mío propio. Todo ello, en el mejor de los casos podría significar  también una eutanasia encubierta forzada por los hijos, objetivamente delictiva

 

A mi entender lo ocurrido esos días de agosto en el hospital fue en la práctica una incapacitación extrajudicial  e ilegal de Susana a manos de sus hijos que forzaron al Clínic cambiar la consideración médica de su estado respecto al estado de junio,  para forzarla a dar por acabado su tratamiento oncológico y aceptar un viaje que se sabía era extremadamente peligroso para su salud -aunque la oncóloga lo había desautorizado explícitamente- con la única finalidad de satisfacer la voluntad de los hijos de causar la muerte de su propia madre lo antes posible .

 

También quiero destacar que en la exploración radiológica de junio no se observó un crecimiento del tumor en el área en la que si se detectó un ""aumento de la hipercaptación de la duramadre"  (en área) adyacente a la craneotomía, el lugar de la operación de octubre 18. La oncóloga en la visita efectuada en abril 19 me indicó categóricamente  que si el tumor volvía a reaparecer lo haría en el área de la craneotomía, no en un área adyacente por lo que no es descabellado considerar a mi juicio que el citado "aumento de la hipercaptación de la duramadre" pudiera ser en realidad la hipótesis que un doctor del Clínic y la dra del ICC (Duran Reynals) me indicaron en julio 19, es decir lo que se conoce médicamente como una "falsa progresión del tumor" un hecho que aparece en un 40% de los casos postoperatorios y de los que "Diario Médico" indicó

 

"Las pruebas de neuroimagen, en concreto la resonancia magnética (RM) y la PET-SCAN, están cobrando importancia para evaluar la eficacia de los tratamientos de tumores cerebrales. Gracias a estas técnicas es posible distinguir las falsas progresiones tumorales que pueden aparecer tras los tratamientos con radioterapia y quimioterapia. 

Hasta ahora con la resonancia magnética (RM) se registraban en torno a un 40 por ciento de pseudoprogresiones radiológicas, mientras que en la actualidad la aplicación de la RM, diferentes técnicas de perfusión y difusión, espectroscopia y PET-SCAN va a permitir minimizar y descartar estas pseudoprogresiones. Entre las diferentes opciones, la RM con técnicas de difusión y perfusión parece la exploración que más podría contribuir a afinar el diagnóstico, aunque todavía no es seguro del todo.

Tratar de aclarar esa posibilidad justificó para el hospital Clínic que se le ofreciese participar en el antes citado estudio médico del Duran Reinals de julio 19 que fue explícitamente prohibido por sus malvados hijos

 

 

  Una vez en Colombia (donde fue introducida ilegalmente en el país) este tratamiento necesario pautado por el Clínic se le dejó de administrar, al tratarla nueve días después de su llegada, el 23 8/19/ por la epidemióloga Dayana Merino Torres sólo por "resfriado común"

 

 

 

 

Recuerdo que el alta unilateral se le concedió al hijo con la condición categórica de que se le mantendría la medicación y el trato médico que tenía en Barcelona, algo que no sucedió así  como me confirmó la propia Susana verbalmente el 16 de agosto, y evidencian los propios informes médicos

 

El 16 de agosto, Susana me pidió telefónicamente que "fuese a buscarla" y "regresásemos a nuestra casita" debido a su perplejidad respecto a que una vez en Colombia el prometido (por su hijo) trato médico "equivalente al que tenía en Barcelona" no existía. Por decirme esto presumiblemente le prohibieron volver a hablar por teléfono para que no pudiese pedir socorro. Desde ese día empecé a sondear la posibilidad de llegar a la casa con la policía para plantear las denuncias por malos tratos y rescatarla. Desgraciadamente no llegué a tiempo

 

Esa noche sufrió un accidente isquémico temporal que la dejó prácticamente sin conocimiento. No fue tratada por ello ya que se asumía que así se facilitaba la deseada muerte. A mi juicio hay varias hipótesis que justifican esa situación: Por un lado que los hijos le administrasen un tóxico que se lo provocase-por ejemplo una sobredosis de insulina-; en segundo lugar por una trombosis en sus extremidades superiores causadas por la colocación irresponsable y forzada de una vía venosa (que ya en el Clínic por su situación venosa se demostró imposible y peligroso), o por la retirada  brusca  de la  medicación desinflamatoria de corticoesteroides pautados en el Clínic que pudo precipitar un agravamiento de su estado. Sea como sea cualquiera de esas hipótesis, para mi la culpabilidad en su muerte de los hijos malvados es absolutamente clara, siendo estas hipótesis mucho más creibles que la aparición súbita y fulminante del tumor (en lugar distinto al previsible) y su activación repentina, contraria a lo que era perfectamente previsible por su oncóloga, como ésta me informó en meses anteriores, así como mi convicción de que todo esto en Barcelona no habría ocurrido.

 

 Y eso sólo tiene un nombre. Parricidio

 

 

 

Por todo lo aquí expuesto me reafirmo en mi convencimiento de que mi esposa murió víctima de malos tratos causados por sus hijos , Maria Carolina Durán y Juan Pablo DUrán que llevaban un largo periodo de tiempo buscando todas las maneras posibles de precipitar la muerte de su propia madre

Estoy convencido que esta hipótesis es perfectamente justificable y defendible ante cualquier tribunal de justicia, lo que hago saber especificamente al bufete de abogados Cremades, contratado por Maria Carolina Durán para tratar de acallarme o amedrentarme, inútilmente

 

Si establecemos conclusiones racionales a lo sucedido con Susana, éstas sólo pueden ser

1) La afirmación de que Susana murió con y por un tumor cerebral activado es objetivamente falsa, como demuestran los datos que forzosamente se deducen de la información médica

Aún presuponiendo que el deterioro neurológico de Susana en su última semana de vida en agosto, es decir el " aumento de la hipercaptación de la duramadre  (en área) adyacente a la craneotomía" se debiera a la hipotética progresión de la enfermedad , súbita y repentina, en un área en la que el tumor no era previsible que apareciese y causando un fatal deterioro en muy pocos días (contrariamente a lo que se me indicó que podría suceder en este supuesto)   eso no cambia mi conclusión, y es que los hijos fueron los grandes responsables de acelerar su deterioro fisico entre junio y agosto, rematándola en Colombia en agosto, con las siguientes etapas de las que les responsabilizo

*) Forzarla a hacer un viaje absurdo a Colombia en junio con sucesivas etapas demoledoras para su salud y completamente en contra de mi criterio  y el de los médicos en junio

**) el hecho de que ese viaje interrumpió el tratamiento médico durante semanas  al hacerle evitar una visita y tratamiento, lo que prácticamente podría ser delictivo, suspendiendo tratamiento quimioterapéutico que le era imprescindible y estaba pautado  

***) y generó  en esas semanas un drástico descenso de las defensas provocando una grave plaquetopenia que perjudicó notablemente su evolución médica, empeorando sensiblemente su estado, precisando recuperarse durante un mes y medio , ya que cuando estas defensas se recuperaron el deterioro neurológico ya era real-

****) negarle la participación en un tratamiento experimental  en el Hospital Duran y Reinals  en julio , del que me constan sus buenos resultados al menos en el grupo idéntico que tuvo lugar en Madrid

*****) Rematando el desastre con un viaje absurdo a Colombia en agosto-pagado por ella sin saberlo por ella misma -sin saberlo al haberle vaciado las cuentas bancarias- , supuestamente por ver a sus nietos - a los que no se les permitió contacto con su abuela-, que generó sucesivos graves problemas de salud que arrancaron el 16 de agosto

******) cuando sufrió un accidente isquémico temporal el 16 de agosto, causado o por la administración de un tóxico por los hijos -¿insulina?- ; un tromboembolismo cerebral  consecuencia de la aplicación forzada de una via venosa en venas que ya no la admitían o la interrupción injustificada de la administración de corticoesteroides orales recetados por el hospital

Además por supuesto de la faringitis por haber sido obligada a volar desabrigada tras su secuestro en Barcelona el 14/8/19

Todo ello recibió sólo una torpe e incompetente respuesta  médica en Colombia, nueve días después de llegar con una epidemióloga incompetente que sólo supo encontrarle un "resfriado común", para finalizar con la retirada de medicación, hidratación y alimentación "para que no se ahogase" como se me dijo ...y así lograr proporcionarle una muerte especialmente cruel y dolorosa, que fue el tiro de gracia que le administraron los hijos

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